La práctica deportiva es imprescindible para llevar una vida sana y por eso es mejor que la misma empiece cuanto antes. En el caso de niños es importante que empiecen a realizar ejercicio desde una edad temprana, aunque como expertos en coaching deportivo nosotros aconsejamos que hasta los siete años de edad el deporte se vea y se practique como un juego, no como una disciplina deportiva como tal.

La mayor parte de los niños que comienzan a practicar deporte a una edad temprana siguen haciéndolo durante la adolescencia. Esta es una etapa difícil en la vida de chicos y chicas y el deporte puede servir como válvula de escape, además de ayudar a su desarrollo físico y mental.

Muchos padres quieren que sus hijos practiquen un determinado deporte, pero con frecuencia esto sólo lleva a frustraciones. Nuestra experiencia en el mundo del coaching deportivo nos indica que lo mejor es que los chavales elijan por sí mismos el deporte que quieren practicar y que no comiencen a competir hasta los 12 o 13 años.

Entre los deportes más practicados por los adolescentes españoles se encuentran el fútbol, el baloncesto, el atletismo, el ciclismo, el tenis y el judo, pero el abanico de posibilidades es muy amplio. El patinaje, la natación o el balonmano son deportes muy recomendables y sin riesgo. Hay otros deportes como el tenis, el esquí o la equitación que aunque también son muy beneficiosos entrañan un mayor riesgo de lesión. Para aquellos adolescentes que tengan mejor forma física se pueden recomendar deportes con mayor riesgo como el rugby o el salto de trampolín.

Gran parte de las generaciones más jóvenes han desarrollado desafortunadamente problemas respiratorios como el asma. Vaya por delante que el asma no es impedimento como tal para la práctica deportiva (hay grandes deportistas que son asmáticos), pero si el/la joven con asma quiere practicar deporte lo importante es que lo haga siempre bajo control médico. El deporte además ayudará a fortalecer sus músculos respiratorios, lo que puede hacer mejorar su situación.